Sentido y significancia de practicas de autocuidado ante el riesgo de cáncer cérvico-uterino en mujeres mexicanas sanas.

Contenido principal del artículo

M.P. Sosa-Rosas
N. López-Olguín
M.A. Torres-Lagunas
J. Hernández-Herrera

Resumen

El documento describe las perspectivas de las prácticas de cuidado que las mujeres tienen ante el riesgo de padecer cáncer cérvico uterino. Para Dorothea Orem el autocuidado es una actividad individual aprendida y orientada hacia un objetivo que aparece en situaciones concretas de la vida; en donde la persona dirige hacia sí misma o hacia su entorno acciones para regular los factores que afectan su salud y desarrollo. El cáncer cérvico-uterino (CACU); en México es la segunda causa de muerte por tumores malignos en la mujer; a pesar de que desde 1974 se han venido realizando campañas de detección oportuna. De ahí que es interesante identificar el impacto de dicha información en la conducta de la mujer mexicana en lo que respecta a las acciones de autocuidado realizadas. El objetivo de la investigación fue explorar las perspectivas de prácticas de autocuidado ante el riesgo de CACU que realizan las mujeres mexicanas. Es un estudio cualitativo de corte fenomenológico; donde se busca la esencia de los significados que tiene para la mujer ante la posibilidad de tener CACU. Se realizaron 13 entrevistas a profundidad a mujeres con características demográficas diversas; se audio grabaron procediendo a la trascripción. Resultados: Las mujeres entrevistadas señalan que la posibilidad de tener cáncer cérvico-uterino significaría para ellas “muerte; gravedad; miedo; un cambio de 360º en su vida y algo muy fuerte y duro de afrontar”. Revelan que el CACU “es una Enfermedad de la matriz; grave y mortal que afecta a las mujeres que no tienen los debidos cuidados”; dicen que se adquiere “por el papilomavirus; por no comer bien; por no hacerse el Papanicolaou; por antecedentes familiares; por la edad; por infecciones de transmisión sexual; por no hacer ejercicio; por no cuidarse; por no atenderse y por no tratarse a tiempo”. Señalan que para prevenir el cáncer cérvico-uterino “se deben hacer revisiones ginecológicas para la toma del Papanicolaou cada seis meses o cada año; además de realizar ejercicio y tener una dieta que incluya antioxidantes; frutas; vegetales; omega 3; vitaminas y minerales”. Conclusiones: Las prácticas de autocuidado de las mujeres ante el riesgo de cáncer cérvico-uterino están íntimamente ligadas a su percepción de padecer la enfermedad; su historia personal; su condición de género; su nivel educativo y profesional y al entorno de conocimientos que tengan por diversos medios y por el contacto con otras mujeres que lo hayan padecido.

Detalles del artículo

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Biografía del autor/a

M.P. Sosa-Rosas, Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F. México

Profesor de Carrera Asociada “C” de la ENEO-UNAM

N. López-Olguín, Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F. México

Profesor de Carrera Asociado “B” de la ENEO-UNAM

M.A. Torres-Lagunas, Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F. México

Profesor de Carrera Asociada “C” de la ENEO-UNAM  

J. Hernández-Herrera, Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia, Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F. México

Pasante de la Licenciatura en Enfermería y Obstetricia de la ENEO-UNAM

MÉTRICAS

 

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