Por un mundo libre de tuberculosis

Resumo

El 24 de marzo de cada año, se celebra  una jornada a nivel mundial para formar conciencia en la población -a todos los niveles-sobre la amenaza que representa la tuberculosis (TB) como una enfermedad reemergente, devastadora y de dimensiones epidémicas, pues a pesar de los esfuerzos que se han emprendido desde hace años para su control, estos no han sido suficientes, pues se requiere de promoción y educación para la salud, de compromiso, recursos financieros y de la participación de todos los sectores sociales  para su prevención, cura y control.

El Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CENAVECE, SSA) se señalan problemáticas relacionadas con la operación del Programa Nacional de Tuberculosis, como las deficiencias en la aplicación de la estrategia TAES, la atención heterogénea  de casos farmacorresistentes (TB-MDR) y con comorbilidad por VIH, la falta de incorporación del sector privado y de hospitales de alta concentración a los procesos de atención, diagnóstico y tratamiento conforme a la normatividad oficial; además de insuficientes de acciones de promoción de la salud, participación comunitaria y comunicación de riesgos para adquirir la enfermedad y la limitada investigación operativa para tomar decisiones.

Uno de los aspectos importantes que influirán para detener la TB es la formación de recursos humanos en salud, donde la enfermera y el enfermero representan un pilar a lo largo de tantos años de llevar la vacuna a los lugares más distantes, para la detección, seguimiento y control de casos y contactos. 

Finalmente manifiesto mi orgullo por el trabajo de nuestras colegas  enfermeras de todo el mundo, quienes con su esfuerzo y trabajo cotidiano en las unidades de salud y en las comunidades, luchan incesantemente por combatir la tuberculosis y en casos frecuentes sin el apoyo de los gobiernos y de las instituciones, aun poniendo en riesgo  su salud, su vida y su persona.